Vivo en Empatía: un regalo para el alma
Hola, quiero contarte algo que me pasó hoy.
Al comenzar mi día, tuve una interacción muy especial con mi esposo.
Se acercó y me dijo:
“Sé que puedes ser muy crítica contigo misma, pero quiero compartirte esto porque a mí también me pasan cosas. Hoy fui víctima de una estafa. Te lo comparto porque le puede pasar a cualquiera. La diferencia está en cómo lo tomamos: si nos maltratamos internamente o si aprendemos de la experiencia.”
Lo escuché… y luego, segundos después, me descubrí queriendo responder automáticamente.
¿Te ha pasado? Ese impulso de justificar, explicar o resolver lo que le ocurre al otro.
Me di cuenta de que ya no estaba escuchando de verdad.
Respiré profundo y volví al presente. Lo miré otra vez, observando cómo hablaba… y sentí algo en mi corazón suavizarse.
Su manera de abrirse, de compartir su experiencia, su empatía, me llenó el alma.
Nunca imaginé estar en una relación donde mi pareja elige acompañarme en mis procesos emocionales, bajando la guardia para sentir conmigo.
No para opinar, no para corregir… simplemente para escuchar.
Y a veces, solo me pregunta: “¿Quieres que te abrace?”
Eso es empatía.
Y quiero que tú también la sientas. Así que te invito a hacer un pequeño ejercicio conmigo.
💗 Ejercicio de empatía contigo mismo
Pon tus manos en tu corazón.
Hazlo ahora. Siente su calor. Cierra los ojos.Respira conscientemente.
Haz 7 respiraciones profundas: inhala por la nariz, exhala por la boca.
Lento, suave… como si te abrazaras desde dentro.Observa tu cuerpo.
Nota cualquier sensación: tensión, cosquilleo, presión, ligereza.
Observa tus pensamientos. ¿Qué está pasando en tu mente?Habla contigo con ternura.
Susúrrate: “Te veo. Siento tu sentir. No tienes que ser de ninguna manera, solo eres.”
Repite hasta que tu cuerpo reciba el mensaje.Drena y expande.
Imagina que lo pesado baja hacia la tierra como raíces profundas.
Lo ligero se expande por todo tu ser, llenándote de espacio.Vuelve despacio.
Respira, agradece y abre los ojos cuando te sientas listo.
Eso es empatía: darte espacio para sentir antes de salir a escuchar al otro.
No se trata de tomar todo personal.
Se trata de observar y sentir, incluso cuando el otro expresa algo difícil, sin absorberlo como tuyo.
Cuántas veces terminamos agotados después de una conversación… eso no es empatía. Eso es confusión.
La verdadera empatía separa con amor: lo tuyo es tuyo, lo mío es mío.
Las Constelaciones Familiares me enseñaron exactamente eso: mirar con empatía a mis padres y a mi linaje, no para justificarlos, sino para reconocerlos como seres humanos.
Al permitirme sentirlos, pude devolverles lo que no me pertenece y agradecer profundamente la vida que me dieron.
💌 Y tú, ¿te gustaría activar la empatía en tu vida y en tus relaciones?
📞 415-577-8978
🌐 www.nayelin.com